
En el ámbito del transporte de mercancías, tanto a nivel nacional como internacional, hay un aspecto que cobra especial relevancia: el embalaje. Son miles los productos que empresas de todo el mundo envían a diario: maquinaria pesada, artículos de cosmética, productos de alimentación y bebida… En cualquier caso, siempre es importante que la mercancía llegue en perfectas condiciones al punto de destino.
Para determinar cuál es el embalaje más adecuado para cada producto hay que valorar distintos factores: condiciones a las que podría verse expuesta la carga, tipo de transporte… Si se envía por ejemplo un contenedor marítimo completo habrá menos puntos de manipulación de mercancía que si la carga se envía de manera consolidada en camión.
El embalaje y su importancia en el transporte de mercancías
El embalaje es un aspecto esencial por la seguridad de las propias mercancías, con el principal objetivo de que estas no sufran ningún tipo de daño durante el traslado y lleguen en condiciones óptimas.
Hay quienes tratan de ahorrar el máximo dinero posible con embalajes de poca calidad o que no resultan adecuados para los productos a transportar. Un gran error ya que el riesgo de que la mercancía sufra daños en el camino es muy alto, lo cual supondrá pérdidas.
Al igual que el propio embalaje, las etiquetas también son muy importantes. Cualquier operario que vaya a manipular la carga debe saber de qué tipo de mercancía se trata. Por lo tanto, es importante incluir cualquier tipo de indicación, de forma que resulte visible: “no apilar”, “frágil”, “hacia abajo”… Es la mejor manera de asegurarse de que el pallet va a ser gestionado de forma adecuada.
Lo cierto es que a diario se producen daños en las mercancías a causa de un mal embalaje: el embalaje no es de buena calidad o no es el adecuado para el tipo de carga. Una realidad a la que es conveniente poner remedio para evitar reclamaciones y pérdidas futuras.
Desde el punto de vista corporativo, la gestión del transporte de mercancías va mucho más allá de dar con el tipo de transporte más adecuado. Hay otros muchos factores a valorar, como el embalaje.